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Historia

El Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos-CRAC, nace en 1961 como respuesta a las necesidades de las personas ciegas en Colombia, con la misión de facilitar su inclusión social.

Desde nuestra fundación, hemos liderado el cambio de paradigmas sobre la percepción de ladiscapacidad, sobrepasando el enfoque asistencial, que identificaba a las personas con discapacidad como un colectivo necesitado de protección y facilitando a través de la rehabilitación integral, técnicas y herramientas para que las personas ciegas y con baja visión desempeñen de manera autónoma e independiente los roles propios de su edad, sexo y condiciones psicosociales.

El Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos-CRAC, fue fundado en 1961 por un grupo devoluntarios encabezados por Hernando Pradilla Cobos y Héctor Cadavid Álvarez, dos importantes pedagogos nacionales con discapacidad visual, quienes incentivaron y comprometieron a diferentes personalidades de los sectores de educación, salud, trabajo, medios de comunicación, empresarios, clero y grupos de apoyo (Damas Voluntarias, el American Women´s Club, la Fundación para Ciegos de Ultramar, etc), con la organización de una institución para la rehabilitación de los ciegos en Colombia.

Una vez abiertas sus puertas, el 23 de marzo de 1962, diferentes personas e institucionesfueron convocadas para fortalecer esta naciente institución.

Organización y Liderazgo

Organización y Liderazgo

Investigación sobre metodologías de rehabilitación para fortalecer nuestros programas. Contaba con un grupo de grandes empresas como ICASA, Philips, Grulla de Medellín, Coltabaco e Induacero, entre otras, que habían abierto sus puertas a la vinculación laboral de los ciegos. Además, la institución generaba trabajo a través de talleres protegidos (subcontratos).

Consolidación

Consolidación

La institución dirigida por personas con discapacidad visual sigue su tarea de rehabilitación y vinculación laboral de los ciegos, poniendo en práctica contenidos y metodologías basadas en modelos norteamericanos. En ésta década se suscriben convenios de intercambio de servicios en colocación y empleo para los rehabilitados con el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) y el Consejo Nacional de Rehabilitación.

Fortalecimiento

Fortalecimiento

Los años 80 marcaron para el CRAC un momento importante ya que aparecen nuevas legislaciones nacionales e internacionales tales como el Sistema Nacional de Rehabilitación, la carta de los Años 80, el Convenio 159 de la OIT y el decreto 2177 que reglamenta la readaptación profesional y el empleo de personas invalidas; además la institución ingresa al Grupo Latinoamericano de Rehabilitación Profesional (GLARP) a través del cual sus funcionarios acceden a capacitación y asesoría tanto técnica como administrativa, gracias a lo cual evolucionan sus programas de rehabilitación y se fortalece el área administrativa y financiera.

A nivel institucional, se replantea el proceso de rehabilitación, se crea la Subdirección Técnica, asumida por un experto en rehabilitación, se estructuran las unidades de atención (Unidad Funcional y Unidad Profesional), empieza a aparecer en el ámbito nacional el concepto de participación comunitaria por lo cual el CRAC amplía sus programas de rehabilitación hacia la familia y la comunidad. En esta década se hace un mayor énfasis en la rehabilitación profesional, se diseña un programa de pasantías en empresas para los ciegos rehabilitados (Muestras de trabajo), y se refuerza la planta de personal con profesionales de diferentes especialidades (psicólogos, terapeutas ocupacionales, tiflólogos, trabajadores sociales, psicopedagogos, profesionales administrativos).

Participación

Participación

En los años 90 la institución entra a hacer parte del Comité de Rehabilitación de la Unión Mundial de Ciegos junto con Japón, India, Canadá, Francia, Ghana y Estados Unidos, con el fin de unificar criterios sobre la rehabilitación y definir estrategias de trabajo dirigidas a las personas con discapacidad visual.

Con el CRAC a la cabeza de la Comisión de Rehabilitación de la Unión Latinoamericana de Ciegos- ULAC, se valida y consolida el programa de rehabilitación básica funcional, que ha sido la fortaleza más relevante de la institución desde su fundación.

En esta misma década, dada la demanda de servicios de personas con baja visión, se crea el programa de rehabilitación visual que, con la prescripción y entrenamiento de ayudas ópticas no convencionales, permite a la persona con baja visión hacer uso de su residuo visual para no ser catalogado como ciego.

Transición

Transición

En la primera década del siglo XXI, el CRAC elabora en conjunto con Chile y Paraguay el Manual de Rehabilitación para América Latina. Se da la transición desde la rehabilitación con enfoque educativo hacia la rehabilitación con enfoque en salud. Se inicia un proceso de apertura a otros espacios para sensibilización de maestros y atención a menores de edad con la creación del programa de Apoyos Pedagógicos en áreas Tiflológicas, a la vez que se revisa y reajusta el programa de Rehabilitación con Participación Comunitaria de acuerdo con las políticas gubernamentales en cuanto a descentralización.

En 2005, la institución evaluó sus procesos de prestación de servicios y en ese año su Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) es certificado por ICONTEC bajo los requerimientos de la NTC ISO 9001.

Con el fin de ampliar cobertura, a partir del año 2008, el CRAC establece alianzas con otras instituciones para prestar sus servicios de manera descentralizada en gran parte del territorio nacional.

Proyección

Proyección

Con un proceso que inició a finales de 2016, la institución avanza hacia el futuro fortaleciendo a través de los programas de familia e Investigación sus procesos misionales; y a través de la Unidad de Virtualización y E-Learning consolidando su visión.

El CRAC inicia la segunda década del siglo XXI como una institución fortalecida que le apuesta al compromiso de continuar prestando sus servicios con creatividad, reinventándose de acuerdo a los retos que presenta la nueva normalidad del mundo como efecto de la pandemia del COVID19, facilitando sus servicios a través de medios virtuales con apoyo de la tecnología, acercando la rehabilitación a cada vez más personas con discapacidad visual.